Como viene siendo tradicional, entre el tercer y el cuarto puesto y la final del V Mundialito, el viernes pasado pudimos disfrutar del partido de infantil de 5 años. Rojos contra azules, sin más diferencia de grupo, de género ni de cualquier tipo. Niños y niñas de ambas clases mezclados y sin más rivalidad que defender unos colores que no representan más que la oportunidad de jugar a algo que les gusta ante el resto de sus compañeros y compañeras, ante el profesorado (especialmente sus dos señoritas) y ante el conjunto del alumnado del centro.
Pero también la cantera. El futuro del Mundialito y de la Liga de Campeones representado en la ilusión de unos niños y unas niñas deseosos de participar en las actividades que el centro propone pero que ellos y ellas hacen importantes.
En lo deportivo, buenas individualidades junto a un marcado espíritu de equipo, muchos goles (8 en total) y un arbitraje poco discutido y bastante eficiente a cargo de nuestro colegiado especial, una escapada inicial del equipo rojo en el primer tiempo contrarrestada por una reacción de la misma intensidad por parte del equipo azul en el segundo. Y un resultado (4 - 4) que en definitiva es lo menos importante.
Lo que de verdad importa es lo que simboliza la imagen que da término a esta crónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario